Si acabas de crear una empresa, proyecto o vas a lanzar un nuevo producto al mercado, es probable que te hayas preguntado ya qué tipos de marca se pueden registrar y cuál es el proceso para registrar un logotipo.
¿Basta con registrar el nombre de la compañía o también debes proteger el del producto o servicio que vas a vender?
¿La marca es sólo el nombre o también el logotipo?
En este post, te aclaramos todo lo que se puede registrar como marca tanto en España como en la Unión Europea.
Tipos de marca que pueden registrar:
Marcas con nombres, palabras, letras y números
Puedes registrar como marca cualquier palabra o combinación de palabras, ya sean aquellas que denominan un producto o servicio como un nombre comercial. Aquí se admiten tanto nombres propios (tu nombre, apellidos o ambos) como pseudónimos y también nombres inventados y de fantasía. Un ejemplo sería la combinación del nombre de la marca y el tagline, por ejemplo, o la marca y un eslogan.
Además, se pueden proteger también combinaciones de cifras y letras específicas. Lo que se registra es únicamente la denominación, sin incluir ningún elemento gráfico, así que se recomienda registrar una marca denominativa si únicamente se quiere proteger el nombre o un eslogan concreto, pero sin incluir la parte visual.
Marcas con logos y otros símbolos de la identidad visual
A través de la marca figurativa se puede registrar cualquier elemento exclusivamente gráfico o que combine gráficos con aspectos verbales. Así, podemos proteger desde el logo hasta isotipos, imagotipos o cualquier símbolo o ilustración que represente visualmente nuestra marca.
La “esencia” de la identidad visual quedará protegida de este modo y nadie podrá hacer un uso indebido de ninguno de estos elementos sin autorización del titular.
Packaging, envases, frascos, botellas como marcas
También se pueden proteger como marca algunas partes de la identidad relativas a la apariencia de los productos, como recipientes, embalajes, la forma particular de los productos en sí que permiten a los clientes asociarlo específicamente a la marca.
Si la apariencia del producto es considerada parte fundamental de la identidad visual y te has molestado en crear algo diferente, ¿por qué no protegerlo también?
Sin duda, es uno de los aspectos que más ayudan a los consumidores a identificar la marca y también de los que más impactan en la experiencia de cliente.
La posición de un elemento también puede registrarse como marca
Sí, has leído bien. La posición es algo que se puede registrar. Nos referimos al modo o lugar específico en que, por ejemplo, está colocado un logotipo sobre un producto, o a cómo se sitúan determinadas formas sobre éste.
Un claro ejemplo de marca de posición serían las particulares líneas que algunas marcas de zapatillas emplean sobre el calzado para hacerlas inconfundibles (y que tantas veces intentan imitar otros).
Estampados o cualquier patrón de elementos que se repiten
¿Conoces una marca en cuyos bolsos aparece repetido el logotipo una y otra vez, a lo largo y ancho de todo el tejido? Bien, ese patrón o repetición de elementos de un modo tan específico también se puede registrar como marca, lo que ha permitido a algunas firmas emblemáticas proteger sus estampados. Es uno de los aspectos que más tienden a copiarse, sobre todo en industrias como las de la moda y complementos
Los colores también son marca
Aunque con excepciones. Sólo se puede registrar un color si éste es lo suficientemente distintivo y si el conjunto de la sociedad lo asocia a tu identidad visual.
Gracias a esta marca no convencional, Milka consiguió la titularidad sobre su particular tono morado, por ejemplo. Además, es posible registrar una combinación de colores. Un claro ejemplo sería el “azulgrana” registrado por el FC Barcelona.
Marca sonora: Jingles, melodías, conceptos sonoros
La marca sonora permite proteger cualquier sonido que se considere distintivo. Esto incluye cualquier tipo de jingle (como el de Mercadona, que por supuesto, está protegido) o canción corporativa.
Pero también nos permite proteger sonidos característicos que influyan en la experiencia de cliente y que el consumidor asocie específicamente a la marca. Tenemos los ejemplos de Apple y Windows, que registraron los característicos sonidos que realizan sus ordenadores al iniciarse.
Un movimiento como marca, sí. Un vídeo que combine movimientos y sonidos.
Si tu isotipo o algún otro elemento visual de tu marca realiza algún movimiento característico (ya sea en publicidad o en directamente en UX), esa representación del movimiento es registrable. Sin ir más lejos, volvemos a poner el ejemplo de Windows, que tiene protegida la forma en la que va apareciendo su isotipo en pantalla cuando se inicia.
Del mismo modo, se puede registrar una combinación de movimientos, sonidos e imágenes que se asocien a tu marca a través de la marca multimedia; las posibilidades en video branding son muchas.
Además, también se puede proteger un holograma, es decir, un efecto característico de tipo holográfico asociable a la marca. De hecho, existe una fórmula de registro específica para esto como es la marca de holograma.
Como ves, existen numerosas fórmulas para proteger tus marcas. Los diferentes tipos de marca que se pueden registrar son casi tan variados como el número de marcas existentes en el mercado.
Muchas de ellas son relativamente recientes (en España, por ejemplo, no era posible el registro de algunas marcas no convencionales hasta enero de 2019). Sin embargo, la legislación ha tenido que adaptarse a la realidad actual y a la complejidad y riqueza del branding de hoy, en el que las fórmulas para identificarnos y reivindicar nuestra singularidad ante los clientes se han multiplicado y adoptado formas muy diversas.
Protegerlas te permitirá hacer crecer tu marca a nivel global y tener una identidad completamente protegida frente a terceros.
En singular TM te ayudamos con el registro de marca. Y si tienes alguna pregunta sólo tienes que escribirnos y estaremos encantados de resolverte cualquier duda.
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